Un operativo de rutina en el Aeropuerto Internacional de Bangkok frustró un millonario cargamento ilegal de animales silvestres. Seis ciudadanos indios fueron arrestados cuando intentaban salir del país con un panda rojo y 86 animales más, escondidos en su equipaje.
El hallazgo incluyó una veintena de serpientes, siete lagartos varanos, casi 30 camaleones, así como decenas de pájaros, ardillas, primates, murciélagos y otras especies. Algunas de estas especies están protegidas por la ley tailandesa, lo que implica que los contrabandistas podrían ser condenados a penas de hasta 10 años de prisión.
Tailandia, rica en biodiversidad y con leyes ambientales flexibles, se ha convertido en un punto clave para el tráfico ilegal de animales. Los animales son vendidos principalmente en China y Vietnam, aunque su demanda ha aumentado en otros países como la India.