El concepto “Internet of Thing” o “Internet de las cosas” en español, apareció en 1999 y se refiere a la tendencia constante de conectar todo tipo de objetos físicos al Internet, es decir, la interconexión entre el internet y un objeto cotidiano.
Desde objetos domésticos comunes, como los refrigeradores y las bombillas hasta elementos portátiles sin precedentes, dispositivos inteligentes e incluso ciudades inteligentes, son posibles de conectar a la red gracias al Internet de las Cosas.
En otras palabras se podría decir que el sistema de Internet de las Cosas tradicional funciona enviando, recibiendo y analizando datos de forma permanente en un ciclo de retroalimentación.
El término IoT hace referencia a los sistemas de dispositivos que a través de la integración de dispositivos informáticos sencillos con sensores en todo tipo de objetos, no requieren de la intervención humana.
Actualmente el Internet de las cosas ha facilitado las actividades empresariales, ganaderas, agrícolas, la industria, el transporte y los hogares, llegando al punto de volver casi imposible encontrar un producto que no tenga esta dinámica de manera predeterminada.