El proceso penal contra el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, aumentó de nivel, pues la Corte Nacional de ese país ordenó ayer su aprehensión por el delito de secuestro.
Como el exmandatario vive en Bélgica, se emitió una ficha roja para solicitar la colaboración de la Interpol, en la que se solicita su prisión preventiva con fines de extradición.
El proceso penal inició desde hace algunas semanas, en el que se le ordenó presentarse en un tribunal ecuatoriano desde el 2 junio cada 15 días, como parte de las medidas precautorias, las cuales no fueron acatadas, lo que motivó la orden de aprehensión.
A Correa se le acusa del secuestro realizado en 2012 contra Fernando Balda, un congresista de oposición que representaba una de la posiciones más críticas contra el Gobierno del acusado.
Tras las tensiones, Balda emigró a Colombia al ser víctima de amenazas, hasta que un día fue víctima de un intento de secuestro, del cual pudo librarse gracias a la intervención de un grupo de ciudadanos.
Tiempo después se confirmó que el intento de secuestro fue realizado por miembros de inteligencia de Ecuador, con recursos públicos.
Correa ha rechazado las acusaciones y señala que forman parte de un complot en contra.