La modificación a la Ley General de Salud, con la que se establece la “donación automática” de órganos continúa generando controversia, ya que varios grupos del sector salud se han pronunciado contra ella.
Líderes del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), el ISSSTE, la Sociedad de Trasplantes de América Latina y el Caribe STALYC), además del Colegio Mexicano de Medicina Crítica, rechazaron esta propuesta, ya que es “imprecisa”.
La esencia de este proyecto es que todas las personas mayores de edad en México sean, de manera automática, donadoras de órganos y tejidos cuando mueran, si es que no dejaron de manifiesto su rechazo a donar.
Uno de los puntos que más ha sido criticado es el no tomar en cuenta a los familiares de los donantes, aspecto indispensable en países como Holanda, Chile y España, los cuales tienen un alto índice de donación de órganos.
“En los países que se ha establecido esta ley, de todas maneras siempre se va a entrevistar a la familia. Se les va a comentar del fallecimiento y la posibilidad de donación”, señaló Salvador Aburto Morales, director del Cenatra.
Además señaló que no se establece de manera precisa el proceso que tiene que seguir la familia de un no donante, para que no se extraigan los órganos.
En este sentido, Rafael Reyes, presidente de la STALYC, opina que con esa acción legal se podrían fomentar violaciones a derechos humanos, creándose un dilema ético y un rotundo fracaso en materia de cultura de donación
Por su parte, Rosario Muñoz, coordinadora del Capítulo Donación y Trasplantes del Colegio Mexicano de Medicina Crítica, considera que al aplicarse la donación como una imposición se generaría un efecto adverso en la población, ya que quienes tengan intenciones de donar podrían cambiar de parecer, tal y como ha ocurrido en países con legislaciones similares, como Chile.
Esta propuesta ya tiene la aprobación del Senado y se encuentra a punto de recibir el visto bueno de la Cámara de Diputados.