Respirar aire contaminado puede provocar cambios en la presión arterial y en los niveles metabólicos que son asociados con enfermedades cardiovasculares, sin embargo, estudios recientes revelaron que respirar la contaminación puede incrementar los niveles de hormonas relacionadas con el estrés de manera significativa, como el cortisol.
Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 92 por ciento de la población mundial vive en ciudades donde las normativas de calidad del aire rebasan los límites.
Esto representa un problema grave para la salud debido a que estar expuesto al aire contaminado con niveles altos de material particulado fino (PM 2,5), aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, hipertensión y diabetes.
Sin embargo, nuevos avances científicos revelaron que al usar por primera vez el método de metabolomics para contar los cambios en las células al reducir la exposición al material particulado fino.
El estudio estuvo compuesto por 55 estudiantes de Shanghái quienes convivieron por nueve días en sus dormitorios con las ventanas abiertas y puertas cerradas sin un purificador de aire.
Posteriormente, los investigadores encontraron que la exposición a niveles elevados de PM 2,5 causó cambios en la presión arterial y en los niveles de metabolitos que están relacionados con enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, los nuevos avances descubrieron que además de estos cambios, notaron que las mismas partículas de aire incrementaron significativamente en los estudiantes los niveles de hormonas asociadas con el estrés, en este caso el cortisol.
Los investigadores concluyeron que este hallazgo resulta interesante, debido a que demuestra que sólo por respirar aire contaminados en tu propio hogar puede crear los mismos cambios celulares que un experiencia estresante puede producir.